Santa Marta
Asoviva y Recolsan celebra a más de 100 madres en el barrio Luis R. Calvo con una emotiva jornada solidaria

La Asociación de Voluntarios por la Integridad de las Víctimas, Asoviva, realizó una emotiva jornada en el barrio Luis R. Calvo, al sur de Santa Marta, para homenajear a más de 100 madres de esta comunidad vulnerable, cerrando con broche de oro el mes dedicado a ellas.
Durante el evento, coordinado también por Recolsan, las mamitas recibieron rosas, obsequios, electrodomésticos y detalles simbólicos que les recordaron el valor incalculable de su papel como madres, cuidadoras y pilar de sus hogares. La jornada, marcada por sonrisas, abrazos y agradecimientos, se convirtió en un oasis de cariño para mujeres que, día a día, luchan en medio de condiciones difíciles para sacar adelante a sus familias.
“Esta es una manera de decirles que no están solas, que son importantes y que su esfuerzo vale. Cada flor, cada regalo, es una muestra de respeto y admiración por todo lo que hacen. Estos eventos continuarán porque nuestro sentido social busca sembrar una semilla de inspiración en otras organizaciones y también en las autoridades de Santa Marta”, expresó Rosa Torres Jimeno, directora de Asoviva.
Indicó, además, que este tipo de jornadas lúdicas lo que buscan es que haya unión en la sociedad para dignificar a la mujer y, especialmente, a la mamá que muchas veces lo da todo en silencio”.
Hay que decir que, la actividad se realizó gracias al trabajo articulado de voluntarios y donantes que creen en la transformación social desde el afecto, el respeto y la solidaridad.
Así las cosas, Asoviva reafirma su compromiso con las comunidades vulnerables de Santa Marta y anunció que continuará desarrollando espacios de inclusión, apoyo emocional y reconocimiento para quienes más lo necesitan.
Una flor, un abrazo, una palabra cálida: pequeños gestos que, en esta ocasión, hicieron la diferencia en el corazón de más de 300 mujeres.
El alijo, perteneciente presuntamente al Clan del Golfo, tenía como destino final Europa y Norteamérica.
En un contundente golpe al narcotráfico, la Policía Nacional capturó a un hombre que transportaba más de 415 kilogramos de clorhidrato de cocaína ocultos en un camión. La operación, desarrollada en el marco de la estrategia “Agamenón”, busca debilitar las finanzas del grupo delincuencial Clan del Golfo y frenar el tráfico de estupefacientes hacia el exterior.
El hallazgo se produjo durante un operativo de control en la Troncal del Caribe, donde unidades de la Seccional de Investigación Criminal interceptaron el vehículo que, según las investigaciones, provenía del municipio de Zona Bananera y tenía como destino el puerto de Santa Marta. En el interior del automotor fueron encontrados 12 bultos que contenían un total de 398 paquetes con cocaína, cuyo valor en el mercado ilícito superaría los 3.000 millones de pesos.
Además, las autoridades detectaron que el camión tenía los guarismos de identificación regrabados, lo que evidencia un intento por evadir los controles policiales y garantizar el paso del cargamento hacia rutas internacionales.
“El objetivo es desarticular las estructuras del narcotráfico y afectar significativamente sus finanzas criminales”, señaló el coronel Jaime Hernán Ríos Puerto, comandante de la Policía Metropolitana de Santa Marta.
Con esta incautación, ya son más de 500 kilogramos de estupefacientes decomisados en lo que va del año en la capital del Magdalena, como parte del compromiso de la Policía Nacional con la lucha frontal contra el crimen organizado y el narcotráfico transnacional.
Madrid y Montería renuevan sus ríos, al mismo tiempo que en Santa Marta el Manzanares muere de abandono, basura y desidia.
Autor: Freddy Eduardo Pinzón Valverde
En pleno 2025, el río Manzanares de Santa Marta sigue siendo una herida abierta en el corazón urbano. Lo atraviesan la indiferencia, la desidia y una profunda desconexión con el territorio. Cada invierno lo recuerdan, cuando la lluvia baja por la Sierra Nevada y el cauce arrastra toneladas de residuos hacia la bahía. Luego lo olvidan. Lo tapan con promesas huecas, pero el Manzanares —ese símbolo de lo que fue y de lo que podría ser— sigue esperando voluntad política y acción pública sostenida.
Mientras tanto, en Madrid, España, el mismo nombre se asocia hoy con uno de los proyectos de renaturalización urbana más exitosos de Europa. El Manzanares madrileño fue intervenido para devolverle su cauce natural, eliminar estructuras de concreto, reactivar humedales y recuperar biodiversidad. Pero más allá del paisaje, lo que se logró fue una reconexión emocional y funcional entre la ciudad y su río. Lo que en Santa Marta sería visto como un imposible, allá fue una apuesta decidida por la sostenibilidad.
Y si el ejemplo parece lejano, basta mirar Montería. Con su Ronda del Sinú transformaron no solo el entorno fluvial, sino también la vida urbana. Integraron espacio público, redujeron riesgos de inundación, aumentaron el turismo y mejoraron la calidad de vida. Lo lograron porque entendieron que cuidar el río no es una obra de ornato, sino una política pública integral.
En cambio, aquí, el Manzanares sigue atrapado entre escombros y tugurios levantados dentro de su ronda hídrica. Ni el POT aprobado en 2023 ha sido aplicado con contundencia. La Ley 388 de 1997 lo permite todo: expropiación, adquisición forzosa, reasentamiento. Pero si no hay voluntad política, el marco legal se queda en letra muerta. Es urgente usar estas herramientas para recuperar los tramos más vulnerables del Manzanares, donde hoy hay cientos de familias en riesgo y un ecosistema completamente degradado.
Las cifras duelen. Según informes recientes del Departamento Administrativo de Sostenibilidad Ambiental y el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras ‘José Benito Vives de Andréis’, más del 60 % del cauce urbano del Manzanares presenta contaminación crítica. Se identifican 28 vertimientos ilegales a lo largo de su recorrido. Y mientras el río agoniza, el turismo crece y vende postales que esconden esta tragedia ambiental y social.
No se puede seguir normalizando este nivel de abandono. Recuperar el Manzanares no es un lujo: es una necesidad estratégica, ambiental, humana y económica. Santa Marta no puede construir su futuro sobre aguas negras.
Necesitamos una decisión firme. Un pacto por el Manzanares, donde los gobiernos, la ciudadanía y los sectores productivos se comprometan a restaurar lo que durante décadas dejamos caer. El Manzanares debe dejar de ser un vertedero para convertirse en columna vertebral de la ciudad. Si otras ciudades lo lograron, ¿por qué Santa Marta no?
El tiempo se agota y la historia no perdona. En los próximos 500 años, Santa Marta será lo que haga con su río Manzanares.
Un lamentable episodio de violencia se registró en Santa Marta durante un partido de la liga sub-15 del Magdalena, cuando un hombre irrumpió en el campo y agredió brutalmente a un jugador, causándole una fractura en la nariz. El hecho ocurrió en la cancha de la Institución Educativa Normal de Varones, donde se enfrentaban los equipos Santa Marta FC y Gabriel Fuentes.
Según la denuncia presentada por los padres de los jugadores afectados, el incidente comenzó tras un cruce verbal entre dos futbolistas, situación que fue escalando sin una intervención oportuna del árbitro. Al calor del juego, varios menores comenzaron a enfrentarse físicamente
Fue entonces cuando, en un acto de total irresponsabilidad, un hombre —presuntamente padre de uno de los jugadores del club Gabriel Fuentes— ingresó a la cancha y atacó con puñetazos a un jugador de Santa Marta FC, ocasionándole una fractura nasal. Además, testigos aseguran que el agresor también arremetió contra varias mujeres que intentaban detenerlo
La reacción de los asistentes fue de indignación. Los padres de los menores agredidos interpusieron una denuncia ante la Fiscalía, exigiendo que se tomen acciones legales contra el responsable. Por su parte, el club Gabriel Fuentes manifestó que el agresor no pertenece al plantel ni es familiar de ninguno de sus jugadores.
Este hecho ha generado preocupación en la comunidad deportiva local, que exige mayor control y seguridad en los escenarios deportivos para proteger la integridad de los menores y promover el respeto en el fútbol formativo.
A través de un comunicado difundido el sábado 17 de mayo, el grupo armado ilegal conocido como ‘los Pachencas’ —también denominado ‘Conquistadores de la Sierra’— negó su participación en recientes actos violentos y manifestó su disposición a enfrentar al Clan del Golfo, al que señalan como responsable de generar terror en la región.
En el pronunciamiento, atribuido a un supuesto comando menor de la organización, se afirma que no existe ningún tipo de hostilidad hacia la Fuerza Pública, y se recalca que su presencia en el territorio tiene como propósito, según ellos, “proteger a la comunidad” y garantizar la seguridad a comerciantes y habitantes.
La declaración cobra relevancia en medio de un clima de creciente inseguridad y confrontaciones armadas en zonas estratégicas del Caribe colombiano. En ella, ‘los Pachencas’ rechazan cualquier vínculo con recientes ataques que han afectado tanto a la población civil como a miembros de las fuerzas del orden, responsabilizando directamente al Clan del Golfo, también conocido como ‘los Gaitanistas’.
“Haremos lo que nos toque para enfrentarlos”, señalan en el comunicado, dejando entrever una posible escalada en la confrontación entre ambos grupos por el control territorial.
El mensaje ha generado preocupación entre líderes sociales y organizaciones defensoras de derechos humanos, quienes alertan sobre el riesgo permanente para las comunidades atrapadas en medio de estas disputas. Aunque los grupos armados intentan justificar su accionar con discursos de "protección", la realidad es que la presencia de estructuras criminales sigue afectando gravemente la vida y el desarrollo en la región.
Diversas voces han reiterado el llamado al Estado para una intervención integral que priorice el bienestar de las comunidades, más allá del enfoque militar, y que responda a las causas estructurales de la violencia.
Una celebración terminó en tragedia en el municipio de Soplaviento, Bolívar, luego de que una mujer atacara mortalmente a su esposo con un pico de botella en medio de una discusión. El hecho ocurrió la noche del sábado 10 de mayo, cuando la pareja compartía con otras personas durante una parranda.
Según testigos, Marelvis Palomino Estrella, de 50 años, se enfrascó en una acalorada discusión con otros asistentes.
Su esposo, Edwin Castillo Guzmán, intentó intervenir para calmar la situación y llevarla a casa, buscando evitar que la riña escalara. Sin embargo, lejos de tranquilizarse, la mujer, al parecer ofuscada porque él no la defendió durante la disputa, arremetió contra él y lo hirió con un pico de botella a la altura del cuello.
Castillo Guzmán fue auxiliado de inmediato y trasladado a un centro de salud local, desde donde fue remitido a la clínica Madre Bernarda en Cartagena debido a la gravedad de la herida. Durante seis días, los médicos lucharon por salvarle la vida, pero el hombre falleció el viernes 16 de mayo en horas de la tarde.
La agresora fue capturada y puesta a disposición de las autoridades para responder por el delito de homicidio. Las autoridades investigan el caso para esclarecer todos los detalles del trágico suceso.
En el marco de sus fiestas patronales, el corregimiento de Río Frío, en el municipio de Zona Bananera, hizo historia al preparar la salchitajada más larga del mundo.
Con una extensión de 30 metros, esta creación culinaria reunió los ingredientes típicos de esta delicia costeña: salchichas, tajadas de guineo verde, lechuga y una variedad de salsas que hicieron agua la boca a más de uno.
El escenario fue el barrio La Alegría, donde se vivió una auténtica fiesta comunitaria que mezcló sabor, tradición y unión. La iniciativa fue liderada por el comunicador social y periodista Carlos Julio ‘CJ’ Araujo, quien, junto a su equipo y el respaldo de la comunidad, logró convertir una idea en un evento sin precedentes.
“Esta es la prueba de que cuando nos unimos, podemos lograr cosas increíbles. Más que comida, esto fue una manifestación de identidad y cultura”, contó CJ ante el entusiasmo de los asistentes.
La gigantesca salchitajada no solo fue compartida entre cientos de personas, sino que también se convirtió en símbolo de orgullo local. Tanto fue el impacto que los organizadores ya anunciaron la próxima parada: el corregimiento de Orihueca, donde esperan romper su propio récord.
Con eventos como este, Río Frío no solo resalta sus tradiciones, sino que fortalece la identidad caribeña y siembra el deseo de seguir celebrando en grande lo que nos une: la cultura, la gastronomía y el trabajo colectivo.
Mandatario pidió intervención urgente de organismos de control y llamó a la ciudadanía a denunciar actos irregulares que afectan el sistema de alcantarillado.
El alcalde de Santa Marta, Carlos Pinedo Cuello, lanzó una grave alerta sobre la presunta existencia del denominado “cartel de las válvulas”, un grupo que, según denunció, estaría saboteando el sistema de alcantarillado mediante la manipulación intencionada de válvulas, provocando rebosamientos de aguas residuales en diferentes sectores de la ciudad.
El mandatario distrital advirtió que esta práctica, que al parecer involucra a algunos trabajadores de la empresa Essmar, está afectando no solo la imagen de la administración, sino, principalmente, la calidad de vida de los samarios. “No le están haciendo daño a Carlos Pinedo, le están haciendo daño a la ciudad de Santa Marta en general”, aseguró el alcalde.
Entre los sectores más afectados por estos vertimientos se encuentran la Avenida Santa Rita, la Avenida El Fundador, Pescaíto, Líbano 2000, la Avenida del Libertador y la Carrera 19, zonas donde se han registrado constantes rebosamientos sin que se presenten lluvias que justifiquen el colapso del sistema.
“Estas acciones son reiterativas; tenemos información que se trata de un cartel que abre y cierra las válvulas a su antojo, cada vez que reciben la orden de hacerlo”, indicó Pinedo Cuello.
Ante esta situación, el alcalde anunció que presentará denuncias formales ante la Personería Distrital, la Procuraduría y la Contraloría General de la Nación, con el fin de que se adelanten las investigaciones correspondientes y se individualicen a los responsables.
Asimismo, hizo un llamado a la ciudadanía para que denuncie cualquier comportamiento sospechoso relacionado con el manejo del sistema de aguas residuales. “Le pido a los ciudadanos de bien que cuando se percaten de estos comportamientos mal intencionados, hagan el llamado inmediato a las autoridades para que caigan los responsables”, expresó.
La administración distrital reiteró su compromiso con la mejora del sistema de acueducto y alcantarillado, y recordó que ha gestionado ante el Gobierno Nacional y organismos internacionales recursos para avanzar en soluciones estructurales, contempladas en el Plan de Desarrollo Distrital “Santa Marta 500 Más”.
La imprudencia vial sigue latente en las calles de Santa Marta, en las últimas horas un motociclista fue captado transportando a cinco personas en su vehículo, entre ellas una mujer y cuatro menores de edad.
La imagen, que rápidamente se hizo viral, ha generado indignación entre los ciudadanos.
El improvisado “moto-bus”, como ya lo llaman en redes, cruzaba la transitada vía con todos los pasajeros apiñados, sin que ninguno usara casco de seguridad.
Esta grave infracción a las normas de tránsito expone no solo a los ocupantes, sino también a los demás conductores y peatones.
La escena ha reavivado el debate sobre la cultura vial en la ciudad, donde este tipo de prácticas imprudentes continúan siendo una amenaza constante.
Las autoridades han advertido sobre las consecuencias legales de este comportamiento y hacen un llamado urgente a la ciudadanía para respetar las normas y preservar la vida.
La crisis se agudiza en el municipio de Pijiño del Carmen, Magdalena, donde el hospital local lleva tres días sin servicio de energía eléctrica, luego de que la empresa prestadora suspendiera el suministro por una deuda que asciende a 147 millones de pesos.
La suspensión ha afectado directamente las oficinas administrativas de la ESE Hospital Local, ubicadas en un inmueble cercano al centro asistencial. Esta situación ha limitado gravemente las operaciones del hospital, afectando los procesos administrativos, el acceso a sistemas informáticos y, en consecuencia, la calidad de la atención a los pacientes.
La comunidad ha expresado su inconformidad, señalando que se está vulnerando el derecho fundamental a la salud, especialmente en un contexto donde se requiere una respuesta institucional inmediata.
Los habitantes también cuestionan la ausencia de la gerente del hospital, Carolina Clavijo Hernández, quien, según se conoció, reside en Santa Marta y no en el municipio, lo que ha dificultado la atención urgente a esta problemática.
La ciudadanía exige una pronta solución que permita restablecer el servicio y garantizar el funcionamiento adecuado del hospital.